LAS VACACIONES INEXPLICABLES DE ELSA
Erase una vez, una niña muy traviesa llamada Elsa, a la que no le gustaban nada
nada nada los animales. Elsa estaba de vacaciones en el campo con sus abuelos,
rodeada de muchos animales, ya que a sus abuelos les fascinaba la naturaleza.
Elsa se aburría mucho en aquella casa y cuando salía a
jugar se dedicaba a pisar hormigas, tirar de la cola a los cerditos, asustar a
las gallinas o derrumbar los nidos de los pájaros.
Su abuelo cada vez que veía lo que hacía, le decía que
eso no estaba bien, ya que les hacía daño a los animales y estos se ponían
tristes. Elsa que no soportaba que le riñeran, se iba en busca de su abuela
llorando. Elsa no aprendía, pensaba que los animales no sentían.
Una mañana, paso algo inexplicable, Elsa le
tiraba de la cola a un cerdito, se escuchó una voz:
- ¡Elsa para, me haces daño!
- ¿Quien ha hablado? –
respondió la niña impresionada.
El cerdito se giró y dijo:
- ¡YO! Elsa, debes
parar de hacernos tanto daño, nosotros también somos seres vivos y nos duele –
dijo el cerdito muy enfadado y con la cola muy dañada.
- Pero… pero… - Elsa no
tenia palabras
- ¿A ti te gustaría que
alguien te tirara de las orejas todas las mañanas? – Preguntó el cerdo
- No… - Respondió Elsa
muy apenada - Yo pensaba que no lo
sentíais.
- ¿Y te gustaría que
alguien mucho más grande que tú te asustará siempre? - se oyó una nueva voz, era la gallina.
Elsa no tenía palabras, todos los animales la rodeaban
diciéndole que dejara de hacerles travesuras. El pájaro muy apenado le dijo:
- Siempre derrumbas mis
casas y yo también tengo familia.
- A nosotros siempre
nos pisoteas y nos da miedo salir de nuestro hormiguero - se quejaban las hormigas.
Se escuchaban muchos murmullos de los animales, mientras
Elsa estaba pensando y comenzó a llorar, muy arrepentida les dijo:
- Lo siento de verdad,
no quería haceros daño, solo me dedicaba a jugar, yo pensaba que no sentíais
como mis juguetes por eso os hacia eso.. A partir de ahora os cuidare como hace
mi abuelito y seréis mis nuevos amigos.
Los animales se reunieron y murmullaron, de repente se
dirigieron a Elsa para decirle:
- Elsa, aceptamos tu
perdón, parece sincero pero por favor no lo hagas más.
A partir de este día, el abuelo de Elsa quedaba
sorprendido por lo bien que trataba a los animales, lo que él no sabía es que
la pequeña Elsa podía hablar con los animales ya que la habían elegido a ella,
pero tenia que mantenerlo en secreto y la niña no podía contárselo a nadie.
Para Elsa unas vacaciones aburridas y monótonas se convirtieron en toda una
aventura que cualquier niño querría vivir y aprendió a ser respetuosa con los
animales y la naturaleza.
En el enlace encontrareis un Powert Point explicando el cuento, para que podáis proyectarlo a vuestros hijos mientras se lo contáis. ¡ESPERO QUE OS GUSTE!